La separación con hijos, muchas veces, puede ser un motivo más de tensión en la pareja, sobre todo en circunstancias en las que, esa separación no es consensuada, o es consecuencia de enfrentamientos profundos y desacuerdos de cualquier tipo y que vienen a añadir sentimientos de culpa, despecho, rabia, etc., en alguno de ellos, o en los dos….
Cuando los padres deciden separarse, siempre les surgen muchas dudas acerca de la comunicación de esta decisión a los hijos. Cómo, cuándo y en qué terminos deben hablarles.
Reglas básicas para comunicar la separación a los Hijos
Aunque más adelante veremos cómo dar el mensaje según de la edad de los hijos; en líneas generales, se puede decir que las reglas básicas para comunicar la separación a los hijos, son las siguientes:
Que la decisión sea FIRME E IRREVERSIBLE
Esto es lo primero que debemos tener en cuenta en una separación con hijos. No es nada recomendable, ponerles en esta situación tan dolorosa, si no estamos seguros del paso que vamos a dar. Muchas veces, tomamos las decisiones en caliente y nos precipitamos en nuestras actuaciones, y cuando nos enfriamos y reflexionamos acerca de lo que hemos hecho, nos arrepentimos. En estos casos, debemos procurar, no involucrar al resto de la familia hasta no tener las cosas claras. Otras veces, a lo mejor, podemos plantearnos primero, hacer una terapia de pareja que nos ayude a reflexionar sobre la relación y si queremos darnos una oportunidad. Puedes consultarme aquí o pedir cita directamente.
Comunicar juntos la noticia
Una vez tomada la decisión, ambos progenitores deben comunicar juntos la noticia. Es un momento muy delicado y, aunque los hijos puedan intuir que algo pasa, probablemente, queden impactados o en shock. Debemos tener paciencia. Y, sobre todo, no darle más dramatismo a la situación del que ya tiene. Es decir, comunicar la noticia de forma clara, directa, adecuada a la edad de los hijos y sin hacer dramas. Los hijos deben ver a sus padres serenos, sin hacerse reproches y sin descalificarse mutuamente.
Es deseable destacar todo aquello que puedan ver como positivo de la nueva situación: tener dos casas, poder decorar su nueva habitación…
Asumir toda la responsabilidad
Es de particular importancia en una separación con hijos, que los padres asuman el peso de la decisión al 50%. En este aspecto, debemos ser muy claros con nuestros hijos y hacerles saber fehacientemente que ellos no han tenido nada que ver en la decisión de separarse y que, por supuesto, ellos no tienen la culpa de la separación.
Reafirmar el Amor por los hijos
En esta comunicación, debemos transmitir también, que, a pesar de la situación, nunca se van a ver sin el cariño de sus padres. Que papá y mamá se separen, no significa que vayan a quererles menos, y así hay que exponerlo.
Darles tiempo para asumir la noticia
Darles su tiempo para que procesen lo que les hemos contado, preguntar si lo han entendido, si quieren hacer alguna pregunta, cómo se sienten, qué esperan… son algunas de las cuestiones que debemos hacerles para indagar en sus emociones. Y si tenemos que volver a explicar las cosas, con paciencia y amor, tendremos que repetirlas las veces que sean necesarias, que serán muchas.
Mensaje claro y concreto
Es importante, ser concretos y concisos en los datos que vamos a aportar y en lo que va a pasar en un futuro inmediato: qué rutinas van a cambiar, cómo se van a organizar los tiempos con cada progenitor, dónde van a vivir, etc. Cuanto más pequeños sean los hijos, más recomendable es que su rutina cambie lo menos posible.
Todas estas cuestiones, en la separación con hijos, deben estar previamente resueltas entre los padres antes de transmitírsela a los hijos, para evitar discusiones delante de ellos o generarles más confusión, e incertidumbre.
Contener emociones
Son esperables distintas reacciones en los hijos: miedo, rabia, tristeza, negación, ausencia de emociones, etc.
En mi caso, siempre recomiendo que la noticia se comunique cuando sepamos que después de darla, podremos tener un tiempo para compartir con ellos, bien sea jugando, besando, abrazando, o acompañándoles simplemente, hasta que vayan asumiendo la situación, ya que, probablemente, si no lo han hecho en el momento en que le hemos dado la noticia, será en ese instante en el que empezarán a asaltarle las dudas. Si elegimos, por ejemplo, el momento antes de irse a la cama, probablemente, se pasen la noche preocupados, haciéndose preguntas y sin nadie a quien recurrir.
Validar y Aceptar las emociones de los hijos
Muy importante, validar las emociones de nuestros hijos. Minimizar su dolor o restarle importancia con frases del tipo: “no llores” “no pasa nada” o “no es para tanto”, les puede generar aún más frustración y les podemos hacer sentir culpables por sentirse de esa manera. Por el contrario, hacerles ver que es normal que la separación les cause tristeza, les hará aceptarlo mejor.
Por ejemplo: “es normal estar triste, papá y mamá también se sienten así porque es una situación dolorosa para todos”.
Separación con Hijos. Cómo dar la noticia según la edad
Menores de 5 años:
En esta etapa es crucial prestar especial atención al mensaje que vamos a darles. Tenemos que ser muy concretos y dar un mensaje sencillo, claro y corto; así como explicar que papá y mamá nunca les van a abandonar. Los niños a estas edades, suelen hacer autoatribuciones de todo lo que ocurre, con lo cual, si no les queda clara la explicación que reciben, pueden terminar culpándose ellos mismos de la separación.
En la separación con hijos, es mejor no dar mensajes del tipo: “papá y mamá ya no se quieren” o “se nos ha acabado el amor”, ya que, podrían pensar que el amor de padres a hijos también se puede acabar.
De 5 a 8 años:
A estas edades, los niños están más desarrollados a nivel cognitivo, con lo que van a necesitar más información para entender la situación que se les presenta. Es importante recalcarles el carácter irreversible de la decisión, ya que, si no, pueden tender a fantasear con el hecho de que, algún día, sus padres van a volver a estar juntos, y frustrarse si ven que esto no llega nunca.
Es útil usar un soporte visual, por ejemplo, un calendario donde puedan ver cuándo van a estar con cada progenitor o cuántos días faltan para ver a papá o a mamá. Si es posible, sentarse con ellos y hacerlo juntos; ya que, esto, les hará sentir que nos preocupamos y contamos con ellos.
De 9 a 12 años:
En estas edades, los niños desarrollan pensamientos concretos en términos de bueno-malo, correcto-incorrecto, y son capaces de utilizar la lógica para llegar a conclusiones abstractas. Tienden a plantearse aspectos morales acerca de lo que está bien o mal, pudiendo culpar a alguno de los padres y tomando partido por el otro progenitor.
En esta etapa, habría que hacer más hincapié aún, en que todo el peso de la decisión, es de los padres por igual y evitar, en la medida de lo posible, dar detalles de la ruptura que puedan dar pie a que el niño se posicione del lado de uno de ellos.
Hijos adolescentes:
En esta etapa, los hijos ya pueden entender que un vínculo amoroso-romántico, puede romperse. Y también, son capaces de asimilar este tipo de noticias de forma más madura. Pero al ser una etapa de cambios emocionales y comportamientos ambivalentes, se pueden volver más introvertidos como forma de expresar su frustración o inconformidad ante la situación que están viviendo.
Debemos recordar que, aunque reaccionen de forma imparcial y calmada, esto no indica que podemos despreocuparnos. Siguen necesitando nuestro apoyo emocional, así como nuestra guía.
CUANDO HAY MÁS DE UN HIJO
Si hay más de un hijo en diferentes etapas evolutivas, implicará un tipo de explicación distinta para cada uno de ellos. Esto, desafortunadamente, hará el proceso más complejo. Es importante, que, cuando se de la noticia por primera vez, estén todos juntos. Aunque luego sea necesario hablar a solas con cada uno de ellos. En estos casos, se recomienda reforzar el vínculo que existe entre los hermanos, esto hará que puedan verse entre ellos como un apoyo importante.
NO HACER NUNCA…
Además de lo anteriormente dicho, en la separación con hijos, NUNCA debemos… Culpar al otro progenitor delante de ellos. Contar detalles íntimos de la ruptura (como, por ejemplo, decir que uno de ellos se ha acostado con otra persona). Echar cosas en cara a los hijos (por ejemplo: «papá y mamá se separan porque siempre te portas mal»). Privarles de ver al otro progenitor o a familiares con los que están encariñados. Separar a los hermanos.
En definitiva, debemos tener presente que son los padres los que se separan, no los hijos. Además, los padres, tenemos la obligación de proteger y transmitir seguridad a nuestros hijos. Hacerlo cuidando su estabilidad emocional, es un signo de madurez y de responsabilidad. Si además de esto, les demostramos que, a pesar de los conflictos, gestionamos la situación de forma sensata, será un modelo para ellos.
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